les enfants in temperley.
31.7.04
x-vocado
Yo estoy contenido, mas que nunca. Y me desato. Pero no soy blanco. Soy negro. Oscuro.
Tuve un sueño siniestro anoche, estando recostado pero sin dormir, soñé. Pienso que a veces el mundo material se tendría que trasladar a otro planeta antes de que la raza humana se extinguiese. Es muy extraño, aunque parezca una irrealidad, ya estamos yendo a parar a un nivel de exageración enorme.
Capitales danzan en el espacio sideral. El negocio de la droga suele ser infinito.
Estoy en el lugar equivocado. Estoy equivocado. Me trajeron a un lugar equivocado. Estoy equivocado. Estoy viviendo, una vida equivocada.
Estoy pariendo un destino equivocado.
Estoy escribiendo que estoy equivocado y sin saber, cuanto de esto hay de cierto.
Soy un hombre equivocado. Error equivocado.
Sueño equivocado, hablo equivocado.
Equivocado entonces voy, salteándome la vida.
Por que no me gusta la idea de no poder controlar mi vida.
Pero estoy equivocado, pues estar equivocado afirmo que no existe el destino.
Ni las realidades paralelas.
Ni una vida después de la muerte,
Porque nuestro cadáver será devorado por insectos y parásitos,
Y estos, luego de habernos devorado, saldrán de la tierra para subir al árbol,
Y en el se posaran, hasta que crezca el durazno, o la manzana, o cualquier cosa que luego alimente a un niño,
Que crecerá sano y fuerte por haber comido frutas
Que luego se hará hombre y cometerá pecados,
Como el mentir,
O hazañas tales como intentar ser feliz,
Y morirá viejo sin saber porqué.
Ni cual ha sido su mejor logro en la vida.
Y volverá a ser cadáver para otros gusanos, seguro mas jóvenes que él.
Y estoy equivocado.
30.7.04
el niño del jueves, el payaso del domingo
Jueves. Creo que es. Pero no lo sé, ya no cuento con los números de días, no.
Creo que hoy es veinte. El año es 2004.
Tengo edad para liberarme. Tengo edad para desesperarme.
Tengo una edad que no guarda rencor con su tiempo, sino con su historia. Pero sigo manteniendo la suerte de los débiles en este mundo.
Y me arrastro por pensamientos que son solo míos, que son vulgares y complejos, quizá; al mismo tiempo ahora.
Pero que infieren en mi una angustia desesperada.
No es tan claro como me ven.
O como yo asumo mi vida frente a los demás.
Solo estoy despierto una vez más. Otra noche mas y ya van seis.
Y me acuesto cuando amanece, esperando llegue el momento de dormirme.
Y me despierto, también de día, pero con mas sol y mas calor que en las madrugadas de sueño.
Y se levanta luego del mediodía y el desayuno es su almuerzo.
Pero mi noche ya paso de corretear lugares.
Mi noche se quedó acá, entre rincones donde vivo mi sintomática vida.
Me atrevo a decir que viajo en un constante cambio con respecto a las cosas que me rodean .
Sin mi enrededor, ese soy yo.
Y soy yo quien está distante de las cosas que me rodean, quien no ha variado mucho en su manera de actuar y de pensar.
A veces me pregunto si vale la pena cambiar e intentar cambiar este mundo. Y solo consigo una abstracción del presente como si fuera el pasado todo, analizado por mis fatídicas neuronas.
Y solo llego a la conclusión que ya estoy muerto.
Si ya estoy muerto... ¿A quien le importa?.
29.7.04
dosis
...la angustia en pequeñas dosis.....
a veces se acumula
... cuento con los dedos de una sola mano
que siempre son demasiados.......
los
pies
atados
(metáforas baratas)
la respuesta estuvo aquí todo el tiempo
a veces demasiado cerca
...sin pensar nunca demasiado
a veces sueño
PD: Es muy difícil encontrar el principio. Mejor dicho, es difícil empezar por el principio y no tratar de volver a empezar otra vez.
W.
Premonición IV
(Los anteriores capítulos... fué mejor no hayan sido escritos. Solo hay cosas que valen por ser vividas, no contadas).
Es raro que te sucedan cosas así.
Es raro que te sucedan cosas.
Es raro que te sucedan cosas tan verdaderas como éstas.
Pero se repiten continuamente eso de adivinarnos, de anticiparnos a lo que le sucederá al otro, de leernos tan bien que no hace falta nadie ni que nadie entienda por nosotros.
Y ni que nadie se interponga en nuestro devenir.
El punto fue que soñé.
No recuerdo haber soñado estas últimas noches. En verdad, en estos últimos días.
Las noches las vivo despierto por esa infatigable necedad de la naturaleza contra mí.
Te despediste diciendo que iba a soñarte. Acabo de levantarme de la cama, asustado, trastornado por una pesadilla.
Pero mis ojos se abren y exclamo tu nombre.
No puedo hacer mas que llamarte.
Debo confiar en alguien que te asusta y te llama.
Pocas horas dormí. Maldita sea.
No tengo nada que hacer un Jueves como éste.
Podría haber dormido toda la tarde, sin interrupciones, sin enfermas pesadillas.
Sin la enfermera sonica.
Enfermo.
Te veía a vos en un set de filmación donde yo también estaba.
Pero yo era niño y vos toda una mujer.
Y vos venías en bicicleta hacia mi. Y yo cantaba, sentado en un cordón de una esquina, con una guitarra (odiamos las guitarras, principio de pesadilla).
Cantaba esa canción que sé.
Hola, ¿Cómo es que estás acá, En la ciudad de las bicicletas?.
Hola... te digo Adios.
Y yo estaba vestido muy pobre, muy vagabundo.
Y vos eras la estrella o algo así, por que sonreías todo el tiempo, nada te preocupaba y relucías tu aura por sobre todas las demás.
Y había también una luz que te iluminaba solo a vos.
Rodando desde la otra calle. Piedras.
Y me sonreías a mí. Y yo tuve guardada esa sonrisa hasta que llegaba a trabajar.
Y una señora morocha y fea, me increpaba porque no hacía el trabajo bien.
Y le contestaba que desde ahora, no le hablaría más.
Luego pasó lo peor.
Lo que me despierta a menudo en mis terribles pesadillas.
Cuando todo se mezcla con todo.
Y pueden desaparecer las cosas al esfumarse de modo tan fácil, tan igual como extinguir una vela.
Y pueden convertirse todas las cosas como ciertas, perdurables en tu cabeza siempre.
Y yo comenzaba a llorar.
Pero esta vez no podía sentirme aliviado por llorar.
¿Quién iba a atenderme, a entenderme?.
Volví al set.
Los técnicos ya estaba recogiendo sus cosas para irse.
Pero en el pasillo que daba a los camarines, tu puerta entreabierta y yo un mendigo.
Caminé sin pensar hasta allí, viéndome como un niño al que ha sufrido el mas terrible de los males y frotándose sus dedos en sus ojos, luego de haber lanzado cataratas de lágrimas.
Cataratas de amor.
En el río de asfalto muere la gente.
Y a vos te ví tan triste...
Pero sonreías. Quizá era tu costumbre.
Debías comportarte como una Diva, feliz, sociable, llena de glamour.
Y preguntaste: Niño, por que lloras.
Y te conté todo.
Te lo conté todo, que tu sonrisa fue esparciéndose a voluntad suya.
Y tus ojos cada vez se quedaban mas quietos en mí.
Tus labios rozados.
Y supiste escucharme y entenderme como nadie.
Ya no necesitaba contarle a nadie mi secreto.
No sé como había llegado allí, pero estabas vos.
Me abrazaste bien fuerte, como si nunca fueras a soltarme y a partir de ahora seríamos uno para siempre.
Para toda la vida, me imaginé.
Y lo deseaba.
Renunciar
-Si hasta hace un día tenia insomnio, no sé que es lo que tendré en lo que me resta de vida. ¿Insomnio elevado a la infinita potencia?
- Si, quizá sí. Igual ya sos insomne. Lo peor es potenciar eso. Y yo estoy viviendo justamente eso: La potenciación misma del insomnio.
- Me pregunto por que me pasó esto tan feo, y que mal hice para merecerlo. Me pregunto si existe eso de merecer cosas.
- Existe eso de merecer. Pero no creas que todo lo que te pasa es porque te lo mereces
Las cosas suceden por causa y efecto, no por casualidad
- Eso lo sé.
28.7.04
inmediatamente
La salvación a su modo.
El ritmo cardíaco, trágico, imperante que la acompaña.
Nadie ha caído en su noche.
Las estrellas, demasiado, brillando.
Sal de su lado y no cuentes.
Una nieve intensa en este frío polar.
Descansa mientras puedas.
Alguien llega desde lejos
Su vida se está agotando.
Decidió morir bien cerca mío.
Tal vez porque no fuí.
Tal vez ya lo haya hecho.
Murdigas perlas y mis sueños dentro mío.
¿Qué vas a hacer con el amor que te dí?
Pareciera ser que lo supiste;
O que estaba conmigo otro ser,
venido desde lejos,
sin mi.
the man who sold the world
El hombre que gasta fortunas en viajes al espacio;
Que quiere conocer otro mundos, en vísperas de descubrir nuevas vidas, nuevas civilizaciones.
No es un truco mas. Es la aspiracion por el hombre de conocer para dominar.
El hombre que invierte fortunas en viajes espaciales, en conocer nuevas vidas y civilizaciones
Es el que odia las razas que existen en su misma tierra, en su mismo mundo, en su mismo planeta.
Es el hombre quien destierra a razas terrestres, quien las oprime, quien las discrimina.
El hombre que hace de su vida todo un artilugio en pos del dinero y el poder.
El hombre que no cree en la diversidad, ni la acepta como un mero hecho natural.
Es obvio que nos somos todos iguales.
El hombre, quien no respeta la vida de otros hombres en su mismo suelo y vive para copar sitios, destruir culturas, crear barreras, construir muros y trazar limites,
El hombre, que en la antigüedad afloraba su ambición a punta de espada y gillotina, hoy amenaza con tecnologia de muerte y maquinas de calcular.
Es el hombre quien malversa fondos, codicia riquezas ajenas, de otros hombres cualesquiera.
El hombre que no ama otras razas ni las deja vivir por sí solas.
27.7.04
elefantes
He estado componiendo canciones, solo eso. Inspiración individual, ja!.
Momento para desesperarme no hay.
Momentos de debilidad suicida no tengo.
Esta bien si puedo hacerlo con ustedes, es todo lo que guarda sentido.
¿Acaso seremos amigos por siempre?
El ojo muta al mirar distintas cosas; y los oídos a veces nos engañan.
Estoy pasando por una mala canción, sin inspiración, sin potencial.
El producto vanidoso de mi encierro.
Un trozo de cerebro colgante en mi cabeza. Desprendido por un golpe de ventilador en el techo de un viejo hotel perdido en medio del país.
Noche de bodas en tu funeral.
Que perdido habrá de ser estar perdido en esta soledad.
Elefantes elefantes
Quiero elefantes para pisar al mundo.
25.7.04
saturday night live in-m-soniac
Probablemente...
El bloqueo es el mismo que a veces me sucede. Tuviste un segundo de coma. De puntos suspensivos.
Ok. No juguemos ahora a las coincidencias.
No existe la Co- incidencia.
If a could be anything in the world Í´ll be blue.
Lo que solo logré hasta ahora.
Escribirte canciones tan hermosas, simples; lo más tierno ésta y todas las noches.
Y compusiste por lo que sentís/as por mí tu propia canción.
Esa integridad que te hace única.
Por encima de todo y por fuera de todo lo demás.
When the diamonds shine for you?
Y eso debe ser, entonces, lo que maravilla de vos.
Esa complejidad tan tierna que yo solo admiro. Y te veo con mis ojos ciegos, olvidándome de mí, por completo de todo.
Y Lou Reed debería matarlo en este momento. Hizo que llegara y ponga su disco. Y que hundiera mas la grieta, eso que te produce la música y la lírica.
Todo en un mismo conjunto.
Como esto, dos en uno.
Lo que desgarra también te nutre.
Ella debe estar haciendo otra cosa ahora, en este momento.
Me dice: Just a perfect day desde el parlante. Luego de haber llovido, caminando por las calles.
Solo dejaste caer tu mano en la mía.
Estoy brotando en palabras.
La poesía es vil, malsana.
No se merece a sí misma.
No se merece.
El taxista me dice: Pude haberme esforzado más. Luego de haberle pedido, que tomara el camino más rápido.
No necesito del tiempo para pensar.
¿Porqué me tienen que dar sus malditas explicaciones?.
¿Porqué siento que todo el mundo está rindiendo examen ante mí?.
¿Porqué no puedo soportarlo?.
¿Porqué no puedo dudar de que tal vez me equivoque?
Si todo se condensa en tu cabeza, es obvio que vas a explotar de algún modo.
Pero la seguridad no se comporta como un empleado corporativo, una pieza mas en tu diagrama.
Dibuja el diagrama y te vas a dar cuenta de tu propia vida.
Yo solo puedo mostrarte el mapa... dártelo. Y acompañarte en el viaje, digo.
Y de algún modo, en algún momento, si la contención te convierte, vas a explotar entonces.
Si, tu cuerpo habla.
Me gusta el tacto tuyo.
Pero solo el tuyo.
Quiero decir con esto: Estoy en un grave problema.
Solo lo que vivo es mío.
Solo, lo que vivo es mío.
Odio las condiciones.
Odio al Che Guevara.
Odio las convenciones, los tiempos, las distancias. Los discursos y la moratoria.
Odio la mentira tanto como me odio a mí mismo.
Satellite of love.
You make the poison so fine.
It´s making me crazy.
24.7.04
La hija bastarda, maligna, despierta luego de un laberinto de ensueño.
En medio de este lugar insomne, escribo que me gustas.
La antipatía por desear ser un hombre común
El estado salvaje de las bestias, la ultima morada
Escalón por escalón cree subir la especie de los hombres,
Enfilando hacia un abismo llamado evolución
El rastro de la memoria, ocultado varios siglos,
no logrará sumar combatientes que la enfrenten.
Debí guardar todos mis recuerdos en una caja blindada
En pequeñas partes, bien acomodadas
Y hoy sigo multiplicando mis delitos leves,
Amparado por mi silencio íntimo y cruel
Que no se percibe nada a la luz de los ojos,
Si estamos encerrados así
No es culpa de los dos
Siempre alguien tiene la culpa,
Y el otro sufre el desgaste de lo impropio
Cuanto reto acumulado, cuanta sangre sin llorar
Las lagrimas condensan todo lo que he sido
Y he sido la ausencia de lagrimas,
La inexpresión misma
Ok matemosla ahora
El sol esta escondido, a la espera de su anuncio
Ok matemosla ahora y hagamos una fiesta
Solo vos y yo
No me llamen al fondo de la cornisaEstoy a punto de caer.
23.7.04
se fué sin que lo echen
El cierre del cuarto ciclo de agrandadytos fué con un tradicional repaso por ¨los mejores momentos¨ del programa.
Una recorrida que solo sirvió para mostrar retazos del verdadero motor de la idea.
Que son los chicos y su universo
La despedida empezó con un largo prólogo que poco y nada tuvo que ver con el ciclo.
El conductor se encargó de promocionar el inminente extreno del nuevo proyecto de pol-ka. conozco a los maniáticos de pol-ka.
Micaela y sus clases de tango en un piano diminuto
Michelle y su admiración por leonor benedetto
Enzo y Fabiana y su romance sistemáticamente negado
Iara y sus ordenes de sargento de un metro de altura
Nico hablando de su hamster yiya (¨por yiya rímolo, es loca como ella¨, aclaró en una sorprendente síntesis entre Yiya Murano, la célebre envenenadora de montserrat y la cuestionada doctora).
Del conductor hubo un par de referencias -sesgadas pero duras- sobras las críticas que levantó alguna situación vinculada a una bombachita y unos calzoncillos.
Primero fué a propósito.
Señaló intencionadamente: ¨¿me escuchan los psicólogos?. hoy es el último programa y no me importa nada¨.
¨y a todos los que hablaron, también un saludo grande...de acá¨.
22.7.04
Sobres
Siempre con esta diatriba en su coraza. La mente es como una coraza,
La piel es solo un emblema.
Yo nazco asustado por las intenciones humanas
¿Debería permanecer aquí?
Sobres inquietos de papel color marrón que se deslizan por debajo de la puerta de entrada. Molestan.
No es ninguna cuenta por pagar, ningún impuesto esta vez.
Y si tengo que pensarlo de este modo, repito la frase de siempre:
La vida es el precio de algo y vos querés pagar nada.
Descubro la letra. Ahora sé de quien es.
Y les dejo a los destinatarios cada uno de esos sobres.
Invitaciones.
Mi sobre... lo veo, como un veneno que quiere ser bebido, o inyectado. Solo mis brazos recibieron heroína una vez. Otras tantas agujas que se llevaban mi sangre para ser analizada.
Y he probado el mismo veneno tantas veces. Es solo la experiencia metafísica, física, la náusea, mente - cuerpo. El modo y método del hablar. La concupiscencia abortada, absorbida, quitada, despojada.
No sería quien soy yo, el mismo. Yo, si el pasado no hubiera jugado en mí tan solo una mala pasada. Aquella jugada maldita. Si pudiera borrar eso al menos...
Si pudiera volver al pasado y cambiar las cosas, solo desearía que tal flagelo no haya existido. Tal vez así podría ser más natural.
El desatino, la falta, la sobra. El excremento, la sobra, la falta. La ira. El odio declarado. El amor perpetuo.
El enamoramiento platónico siempre. El tuyo y el mío.
- Un mismo eco.
- Un mismo amor.
Mi vergüencita infantil de sentirla viajando conmigo por la avenida suicida, apoyando su cabeza en mi hombro. Su voz clandestina.
Y soy tierno por que la reto. Si pudiera estar mas cerca de vos.
Tus ojos dormidos ahora. Espero verte algún día despertar. Como antaño, al lado mio.
Ahora son mis manos las que te acarician. Tu pelo convertido en mi traslado, mi viaje, mi despojo. Donde nada mas importa que estar a tu lado. Mis manos acariciando tu pelo, tu rostro de niña. No han dejado de hacerlo desde que te fuiste. Diez suspiros de sueño. Diez miligramos vagan por tu cuerpo ahora. Diez años vagan en mi mente ahora.
Y siempre
Y te llamo desde mi silencio.
Y veo tus ojos acostumbrados a contarme.
Cualquier historia, cualquier anécdota, reflejan parte de lo que sos.
Y solo yo te escucho. Y me siento el ser mas afortunado de todos, al menos esta noche.
Y si miro tus ojos. Y si observo tus ojos.
Y si leo tus ojos, y recorro con los míos tus labios, lo sé todo.
21.7.04
scars
si no tenes tiempo, no me hagas venir
asquerosa mente, ¿Cuánto mas voy a treparte?
Para luego caer desmedido en tu cintura
... y las hojas desperdigadas enrededor del hormiguero...
Cualquier cosa que sientas,
o cualquier cosa que tomes,
te mantendra cerca de mi
Nena, estoy llorando sin llorar
Una victima extraña
Un problema sin resolver
Me cuelga del sonido un cable abrazador
¿Estás ahí?
Ya ni te puedo ver
Yo solo logro alcanzar un reflejo de una estrella
parecida a vos.
19.7.04
hoy es domingo, escribiste
La madre de tu mejor amigo se casa con tu hermano.
Tu hermano esconde las llaves del auto de papá para que él pueda salir el Sábado a la noche a conducir su auto .
En el baúl quedó abandonado un cadáver...exquisito. De algún día de campo, de pic-nic del pasado o del ayer.
Ayer ofrecí un regalo manifiesto de cumpleaños que no fue aceptado.
¿Sabes ya el color de los azulejos de tu baño?
Sentir como mi cerebro enlatado se vería por medio de una pantalla: Una compota.
Las oraciones en ingles que debo agregarles a las nuevas canciones
El estado puro de conciencia una mañana como estas, donde todos buscan en un sueño, un concierto de silencios que calme.
Una gota cayendo desde la canilla. ¿Cuándo terminará de una vez?,
Que se acabe pronto esta pesadilla de quien no ha sido dueño mas que de su propio objeto, burlas y pesadillas.
I do baby. I do it for you
I´m sorry for you
Que los pediatras, recuerdo que te daban dulces antes de que te pusieran el estetoscopio frío en el torso infante.
Que sueño despierto sin poder levantarme de mi cama.
Los fundamentos son inverosímiles. Nadie te puede decir ni condicionar lo que debes hacer. Mas nadie que vos sabe que es lo realmente verdadero y bueno para hacerte realidad.
Parejas de sexo inquieto.
Silencios y voces. Un teléfono que no ha dejado ningún mensaje. Sin recados en el experimento de cultivo.
Todos le temen a la vanidad del Olfa.
Tomate un respiro y ve a través de las personas que nadie te hará sonreir otra vez.
Como antes, mas que antes, te amaré. Sin importar que el cartero es un inválido que llega tarde y que soy el portero del edificio que maneja cierta información de un modo desproporcionado.
Que el péndulo gira al revés de cómo caminas y lees. Y te movés al cruzar despacio, la esquina que te convierte en un cambiante mas.Y te volvés mas ajeno a vos mismo y añejo en tu rostro, y afuera va tu sombra, recostada a un costado de tu cuerpo, en el piso siempre.
17.7.04
hospitalized
Jueves. Hoy es jueves. El día en que tuve miedo. Como nunca jamás he tenido.
No tuve miedo aquella vez, lo sé bien. Me fui al hotel de mi padre y en el gran hall me quedé dormido. De veras pude hacerlo. Luego de ese sueño, el insomnio palaciego. Ninguna novedad es no poder dormir a partir de ahí. Pero estos días, estos meses últimos, han sido extenuantes. Mi cabeza gira como una ruleta rusa, Mecaniza. No puedo hablar de todo lo que pienso a cada segundo. Mas sin dormir. Pienso 24 horas al día. Y después llega otro día. Y otro. Y más. Y no hay una interrupción mas que la continuación misma del pensamiento en red, conciente todo el tiempo, todo el maldito tiempo en mi cabeza, si, en mi cabeza impalpable. Nadie lo siente ni lo sabe.
Nadie lo siente.
El conserje pensó que mi padre llegaría por mí. Yo solo dormí varias horas hasta volver de nuevo a casa y haber cambiado por completo y haber notado que todo alrededor de mí había mutado, me habían despojado de toda inocencia. Nadie lo notó.
Y hoy es Jueves, otro maldito Jueves. Pero aquella vez no sentí miedo. No sabía que era lo que hacían conmigo. Hasta que lo supe. Y se hizo carne en mí el terror. Pero esta vez no fue terror, el terror infantil de saber que algo malo te están haciendo. De descubrir que es malo por antonomasia. Un mal absoluto. No, esta vez fue miedo, no terror. Fue la pregunta antes que la duda. La respuesta misma.
No debía hacer lo que tenía planeado. Había logrado llegar hasta el teléfono porque creí que tenía que hablar. Y la causalidad me sucedió funesta: No debía hacer eso, me dijo. Y me hizo desvanecer sin fuerzas por la vereda, justo apenas de cortar el tubo, la señal que no debía ser. Una abuela diciéndome que rezará por mí, para que me mejore. Ella no sabe lo que pasaría. Nadie lo sabía. Yo no lo sabía y hoy alguien lo sabe.
Mi brazo está como dislocado, pienso apenas cuelgo. Y luego, sin cerrar los ojos, solo me veo en el piso, un congelamiento de gateo. Inmóvil. Esta vez no son los temblores. Esta vez es la parálisis ciega y el pecho que siento como si se abre y explotara el corazón. Otra vez un niño, sin fuerzas ni nadie que lo proteja.
Callao y Córdoba. La gente pasaba. No los miraba a ellos. Miraba mi cuerpo sin poder moverse, sin poder tan solo levantarse y marcharse de allí. Solo un brazo o dos, que me agarraron, nuevamente, otra vez, por detrás, pero esta vez para alzarme. Alcancé ver al hombre. Sus bigotes, su campera azul y unos ojos que miraban feo. Pero que mierda. Él me puso en el lugar, de pie nuevamente. El no necesitaba las gracias, se fue sin saludar. Y yo no tenía voz ni aire, ni cuerpo. Solo alcancé a levantar mi mano y un taxi me llevó a la clínica. Solo atiné a decirle al chofer la dirección. Un nombre y un número. El nombre de la clínica. Estábamos cerca. Yo seguía el curso del camino como si fuera yo el conductor. Quería llegar. No quería morir así. ¿Qué pasaría?. ¿Iban a meterme en un cajón que tanto odio?. ¿Alguien iba a recordar?. ¿Alguien iba a tener en cuenta que no quiero pasar por eso si me llega la hora?. ¿Alguien va a recordar lo que quiero si sucede lo que no quiero ahora ni nunca?. No ahora. No.
Yo solo quiero morir con mis propios medios. Y no ser descubierto nunca.
Voy a elegir mi muerte cuando sea conveniente. Pero si me encuentra ella antes, no debe ser así ¿verdad?.
Parecía predestinado a estar de ese modo. De modo que haber hecho el llamado había sido el enterrador.
Como una alfombra arrastrada fuí llevado desde el taxi a las puertas del sanatorio. Me colocaron en una camilla y al segundo me encontré siendo el camarógrafo de los Cohen. Veía mi cuerpo por encima de la cama, tieso y encerrado bajo sábanas celestes. En cada costado de la cama un médico presente. Uno estaba cruzado de brazos. El otro ponía cara de pensativo y situaba su pulgar por debajo de su pera, como si sostuviera el peso de su cara, su cabeza, su cerebro. Como si el propio pensamiento le pesara. Por Dios, todo era celeste. Las paredes, Las sábanas. La cosa que tenía puesta debajo de las sábanas. Algo parecido a un camisón. Había TV. Un delirio. Pero mi espalda estaba desnuda, tenia frío, pero no lo sentía. Sabía que el lugar era frío. Pero no sentía nada. Solo mis ojos estaban despiertos y alertas. Expectantes.
Preguntas del médico al paciente. El paciente analiza la pregunta. Analiza la respuesta que va a darles. Los médicos son embaucadores.
Respuestas.
- No duermo desde el lunes.
- Vos sabes, nene, que esta noche te quedas acá. ¿No?.
- Si, está bien, yo solo quiero saber que me pasó. Quiero descansar.
En mi pecho sentía ventosas. A mi costado izquierdo, una pantalla señalaba los puntos de elevación de las pulsaciones. El hombre que desde ese costado hacia deslizar el papel por encima de su mano, mientras la aguja corría, dibujando picos en una cinta papel amarillo cuadriculado saliendo de la maquina, el del pulgar, cortó el papel y le dijo al otro que las indicaciones daban el doble de lo común, algo así, en su propio idioma científico. Igual rudimentario.
La maquina.
- No te preocupes, hablamos con tu psiquiatra. El nos comentó algo... Decime... ¿Vos sabés dónde estás; sos conciente de esto?.
- Si, sé que estoy aquí. Sé donde estoy. Yo mismo le pedí al taxista que me traiga. ¿Qué creen?.
- No claro, inquirió el otro. Él sabe, el sabe.
- Bueno. Mirá, vos sufriste un colapso nervioso. Es algo parecido a un shock, solo que no hubo nada que te haya provocado un shock. ¿No te pasó nada en el mismo momento en que te descompensaste en la calle, verdad, nada que viste, nada que te hicieron o intentaron hacerte?. Sufriste una descompensación severa. Es serio. No te podemos dejar ir. Necesitas descansar, dormir. Luego por la mañana veremos como estás. Pero por esta noche tenés que quedarte acá. ¿Querés que llamemos a alguien para que sepa donde estas?. ¿Alguien que venga a estar con vos?
La gente no quiere saber donde estoy, sino como estoy. Pero eso a mi no me importa ahora. Estoy tirado en una cama de sanatorio celeste. Con suero en mi brazo, con cosas pegadas en mi pecho. Mierda.
- No llame a nadie, me iré mañana.
- Bueno... mirá, vamos a inyectarte esto. ¿Ves?...¿Ves?
- Si ... si.. veo
- Bueno, esto te hará dormir. Vas a estar un tiempo inconsciente. No va dejarte secuelas cuando despiertes. ¿Esta bien?.
Gracias por el aviso, doctor aclaratorio. Si los psicólogos son dentistas, los doctores, cuando estas repleto de miedo, pensando que tuviste un paro cardiaco y que te estas por morir, te tratan con ese tipo de avisos que acusan una sobreactuación tan idiota.
- Esta bien. ¿Eso es lo que va a hacerme dormir entonces?
- Si, eso.
Espeso liquido marrón entrando por mis venas veo desde el contenedor. La aguja despide una gota, un chorro. Luego otra gota. Luego la veo hundirse en el brazo como si fuera mantequilla (mi brazo).
Trece horas de sueño
- Bueno. ¿Cómo te sentís?.
- Ah... (Solo recuerdo que algo así dije. En realidad dije nada).
- Ahora te haremos el electro otra vez, a ver como está tu ritmo cardíaco.
- Mierda, el corazón, me dije. Y recordé una canción nuestra. Así, la imagen de las palabras y la música. Sí, el corazón. This is how you call me wake up. El corazón. ¿Qué mierda pasa ahora?. ¿Es el corazón entonces?. Mierda, ¿Tan jodido estoy?.
- ¿Porqué otra vez al corazón?
- Es por el resultado del examen cuando llegaste. Hola, ¿Marcos?. ¿Te acordás?. Hol...
-Si, si, bueno ¿Qué hay?
- Debemos hacerte una evaluación ahora que despertaste.
- ¿ Cuanto tiempo dormí?
- Trece horas.
Ok. Matemática pura.
- ¿Seguro no queres que llamemos a nadie?. Para avisarles, digo.
- No, solo llame a mi psiquiatra cuando crea conveniente que pueda irme.
? Si estas bien podes irte. Estate calmo, estás bien cuidado. Dormiste profundamente.
Ni que me lo digas payaso. Claro que dormí profundamente. Ví cuando me metían esa jeringa en el brazo. ¡Hijos de puta!. Estoy despreciando a los tipos que saben como cuidar un cuerpo, la salud de una persona. Paradoja. Solo me siento debilitado. Descansé, dormí, es todo lo que quería conseguir. ¿Por qué tenía que llegar a una clínica para poder hacerlo?. ¿Acaso mi cama no esta bien?. ¿O es que mi cama ya no es mas mía?. Quizá mi cama no me quiere y el sueño que tuve prefiere la de ella, y con ella, envuelta en sabanas amanecidas.
No, no tengo que pensar en ello. No tengo que pensar en ella siquiera. No tengo que pensar en mi. Tengo que pensar en mi corazón. Maldita sea, digame doctor que es lo que tengo.
- Bueno, tu nivel de pulsación varió mucho. Ahora es regular. Esto no quiere decir que es normal, con este nivel podes irte a casa. Igual necesitas reposo, mucho descanso. ¿Entendes?. Pero tenés que pensar un momento si queres irte y no preferís quedarte un día mas. Es por tu seguridad. Te colocamos en observación y vas a estar mas seguro.
¿What the fuck?. ¿Te colocamos?. Hijos de puta. De algún modo les estoy pagando el sueldo. Ok, yo también cobro un sueldo de los impuestos de la gente. Pero en mis manos no está la vida de las personas, sino sus rostros, en papel de fotografía impreso. Hijos de puta. Colocarme. Como si fuera un objeto. Y si, en un lugar así solo sos un cuerpo ocupando las horas de un médico, una enfermera, una cama donde debería pudrirse otros. Un objeto. Sí. Ya me clavaron esa aguja.
- No, prefiero irme a casa. Allí sí hay alguien. Si me sucede algo llamo aquí o vengo directamente.
El cardiólogo me miró mal. No le gustaba, parecía, mi decisión. Me preguntó si estaba en mis plenas facultades mentales para decidir eso. Le contesté secamente que sí y volví a mirar al otro medico. Éste parecía mas humano, aunque sabía que su atención hacia mí era tan solo un boleto mas en los viajes de los pasajeros de colectivos.
-No, esta bien. Me voy, ya saben, si sucede algo vuelvo. Estoy bien, me siento mejor.
- Bueno... Mirá... te recomiendo que te quedes, pero si vos no queres hacerlo, sos libre de decidir. Yo te lo digo por tu propia seguridad, viste. Vos sufriste un ataque nervioso serio. No afectó tu corazón. Pero son casos que convendría que...
- No esta bien, entiendo, gracias. Quiero irme, de veras.
- Entonces no hay mas que decir. Solo algo. Alguien debe firmar el alta por vos. Yo no puedo hacerme responsable de eso. Tengo que anotar el informe en tu carta clínica. ¿Sabes?. Yo te planteo que te quedes un día mas y luego podría firmarte el alta y vos volverte en taxi como viniste. Pero en las condiciones en las que estás, no puedo firmar yo. Alguien tiene que venir a buscarte.
-No, esta bien, entiendo. Quiero irme ahora. ¿Pueden llamar a mi medico, el psiquiatra,?. Tengo su celular, no sé si ustedes...
- Lo tenemos, no te preocupes.
- Bueno, a él. ¿Pueden llamarlo a él y pedirle si puede pasar por mi?.
- Esta bien, como quieras. Por último ...te recomiendo que te quedes al menos tres días en la cama, sin hacer esfuerzo físico. Y hablá con tu psiquiatra para ver el modo de resolver esa cuestión de las pastillas. Tenes muchas pastillas en tu cuerpo. Es decir, las pastillas que tenes que tomar para dormir...bueno..vos sabes...no te hacen dormir.
- Si, esta bien, solo llamen y pregúntenle si puede venir por mi. Yo hablaré con él.
(No soy estúpido. Sé que de eso hablaron con él. Claro).
Cuando íbamos en el auto, lo primero que me dijo el Doc, fue que lo cagué de un susto. Que mal que tu Doc te diga eso. Sabe mas cosas de vos que todas las que pudiste haber repartido en varios oidos. Y el tipo me trata como si fuera mi viejo, que no sabe nada. Nada. Ok, siempre me quejo. Que mal. Él me vino a buscar. Estoy aliviado. No quería crearles problemas a nadie. Él es la única persona que esta ajena a mis amigos, a mi entorno, a mi familia, a mi ámbito de trabajo, a todo. Era lo mejor. Miraba la avenida Pueyrredón, la fachada de la estación de trenes y estaba aliviado, me agradaba ver de nuevo la ciudad, aunque esté tan podrida Buenos Aires. El tipo se vino acá por mí, porque se copó. Podría haberle dado lo mismo que me quedase un día mas como sugerían los médicos. ¨ No, dejenló un día mas, como ustedes, sugieren¨. El tipo pudo haberse tomado ese atrevimiento, como colega de ellos mas que un tipo que banca a su paciente. Y se comportó. Me sacó de la clínica a las tres de la tarde. Nada mal. No quería permanecer en ese lugar. Una vez que me aseguré que no era el corazón en realidad, sino un azote mas que había recibido de mis nervios, de esa condición engañosa, maldita. Otro azote de mis nervios al cuerpo. Estaba todo claro. Miedo, si, saqué turno, vida sana. Igual hoy ensayo. Y más allá de que ese teléfono me hizo aclarar aún mas todo, supe que no era el cometido.
Si, hoy ensayo. No me lo pierdo por nada. Quiero hablar con Ramiro, Ver a Ramiro. Recordar las palabras que Johanna tradujo en mi idea, y en la emoción que tengo, que tenía. Ver a Hernan con su diablo de prendedor. Un diablo con silueta. Y a Daria, con sus ojos pintados como hoy me gustaron tanto.
No iba a perderme eso. Ok, regreso luego a casa y ahí si, todo lo que quieras Doc. Vida sana, reposo, cama, sillón. Sin esfuerzos. Pero hoy es Viernes, fuck. Nada ni nadie va a impedirme que no vaya a las mejores dos horas de mi vida por semana. Al diablo todo menos la música. Al diablo de Hernán, colgando de su remera, hurtada la camisa.
El psiquiatra habla, pero no le oigo, estoy pensando en que esta noche ensayo. Paso por el trabajo a dejar la constancia de falta y el informe médico. Pero me quedo un rato ahí. Ella esta del otro lado de la pantalla. Y solo yo la veo, la leo, la siento. Cuando decide irse, luego de pintarse, me voy yo también. Que va, ya estoy fuera de la clínica, del suero, de los electros, de lo celeste. Celestial. Sala acondicionada para irte derechito al cielo. Celestial patético uniforme celeste de paredes celestes de sábanas celestes, de médicos celestes y de un compás de espera por salir interminable. Pero acaso dormí trece horas, no habré estado mas de 15, 16 horas allí. No ha sido tanto tiempo.
El doctor me dice que estamos llegando a su consultorio. Debemos hablar. Quiere saber lo que me pasó. Claro, el no sabe. A él lo vi la semana pasada. Pero yo, prácticamente, no puedo dormir desde el Viernes. Aquel último Viernes donde la mentira se apareció, con los brazos cruzados para hundirme en su treta.
La ofensa no es lo mismo que el engaño.
Todo el derecho de estar ofendido.
Le cuento lo que sucedió, lo más trascendental. Hablamos de sexo luego, y luego me dice, como siempre, directo y cortante: Bueno, ahora sabes como estas eh, Sabes como esta tu salud. ¿Querés dejarte o querés seguir?... Lo importante ahora es que convivas con tu angustia, bancate la angustia, las pastillas del día no las tomes mas, al menos por ahora. Solo tomá las de dormir, van a ser otras. Parece que las que has estado tomando no dan resultado en vos.
No, no lo dan. ¿Por qué demonios me decís esto?. Si acabas de sacarme de la clínica por eso, por no poder dormir ¿O acaso me estas ocultando algo, maldito?.
El guacho me pide un cigarrillo. ¡Y esta conduciendo un Ford fiesta!.
Colapso nervioso, Minga.
Hablamos de eso y me dice: Vos... ¿De veras crees que no querés violentarte?. No digo que seas violento, no lo sos. No podes ser violento por las cosas que te pasaron. Pero ves violencia en lo que te hace daño. Tus experiencias han sido violentas. Pensá que tenes metido todo en la cabeza. La violencia de la experiencia. Es obvio que lo que te irrita mas es que te estén rindiendo examen.
- ¡Pero no los pido!. No pido explicaciones. A partir de ahí pasó todo. Si digo que no quiero hablar, me tiran la lengua. Si digo que no quiero oír explicaciones, una oración de tan vil mentira me transforma. Si quiero que respeten mi silencio, se empecinan en justificarse.
- Que pidas no quiere decir que se haga tu voluntad. La gente no comprende la necesidad de uno. Y si siente la necesidad de hablarte lo va a hacer, por mas que te ofenda que no respeten tu silencio. Pero a vos lo que más te molesta ahora es que la gente te esté rindiendo examen.
- Eso es algo que me molesta, mucho. No es lo que más me molesta.
- ¿ Entonces que es?
- ¿En este caso?
- No, en vos, ¿Qué es lo que más te molesta en vos?
- No poder dejar de ser yo mismo.
16.7.04
the writer
¨ El escritor teje lazos misteriosos con sus personajes. Rituales secretos, pactos de silencio.
El escritor teje sus lazos, trenza sueños sin palabras. Luego se entrega a la obra, y lo que obra en él, escribe.
Ser personaje es soñar ser real -ha escrito Macedonio Fernández- y lo magnífico de ellos, lo que nos posee y encanta de ellos, lo que tienen solo ellos y forma su ser, no es el sueño del autor, lo que este les hace ejecutar y sentir, sino el sueño de ser en que ávidamente se ponen.
Las voces del sueño son voces de estatuas y papagayos, pienso y repito, como un estribillo que retorna autómata y distorsionado luego de leer Casa Tomada.
Los escritores no sueñan, escriben. Y tampoco escriben porque quieran, más bien son como soñados por voces de estatuas y papagayos que susurran o gritan vaya a saber qué cosas.
¿Quién escribe un texto? ¿Quién es el autor?
El autor ha muerto, pienso, no hemos de buscarlo en las letras que desparramó sonámbulo bajo el éxtasis de una madrugada. Ha muerto. Ha muerto porque se ofreció trémulo a ese banquete de estatuas y papagayos que consienten una alquimia capaz de engendrar personajes que sueñan con ser reales y en ese etéreo y eterno afán codician la vida hasta el rasguño.
¿Quién es el autor? Un personaje más, otro que va mano a mano con los otros.
Desde allí todo libro debiera firmarse con un nombre distinto cada vez, porque el autor muere junto con todos los personajes que mueren cuando el libro se cierra y se termina. Y ese autor, particular personaje, ya no resucita para otro texto.
Imagino a Flaubert en un susurro estremecedor que horada su secreto cada vez: ?Yo soy San Antonio? y también ?Madame Bovary, soy yo?
15.7.04
Sin palabras aún...
Es la desesperación del silencio. No a la hoja en blanco. No es tampoco falta de musa. No al menos una musa real, palpable más de carne que de hueso. Se trata del remolino que se lleva las palabras exactas para expresar lo que se vive, lo que se quisiera comunicar. El limbo. El miedo a lo nuevo. A lo desconocido. A lo porvenir. Llegar a un punto intermedio donde los sueños apenas se vislumbran. Y no es la claridad de la vigilia. Ahora estoy en pausa. A la espera de resultados y cuerdas tensadas ajenas a mis manos. Como casi todo. Empeñarse hasta las últimas consecuencias en seguir firme en el credo particular. Instantes de intuición e incertidumbre... de seguir sin palabras... quizá sin ideas... en silencio.Pero no todo es silencio. Para continuar con Paul Auster, transcribo un fragmento del texto que el escritor David Miklós publico en sábado de uno más uno, el cual completo acompañaba las ilustraciones del post anterior. Hasta luegoDonde las calles no tienen nombre.Paúl Auster pudo haber muerto muchos años antes de escribir su primera novela, Ciudad de cristal (1985). Cuando era adolescente, nuestro escritor se encontraba de paseo por el campo y dejó que uno de sus compañeros pasara primero bajo una barda de alambre de púas, en plena tormenta eléctrica. Su amigo sufrió el impacto mortal de un rayo. Según Auster, esa catástrofe le estaba destinada, pero cedió el paso a su compañero y sobrevivió de chiripa, como suele decirse. ¿Cuál es la probabilidad de que algo así suceda? 24 años después, Paúl Auster publicó la primera parte de su Trilogía de Nueva York. La excusa es una llamada de teléfono equivocada que nuestro autor recibió en la primavera de 1980. Un hombre preguntaba por la Agencia de Detectives Pinkerton. Lo mismo sucedió al día siguiente. Auster se preguntó qué hubiera sucedido si, en vez de decir que habían marcado el número equivocado, hubiese fingido que era un detective. Así nació la anécdota de Ciudad de cristal, novela que contiene a su propio autor como personaje secundario. Daniel Quinn, escritor de novelas de detectives, recibe una llamada extraña a altas horas de la noche, en la que preguntan por Paúl Auster, investigador privado. Cuando la llamada sucede de nuevo, Quinn finge ser Auster y toma el extraño caso de Peter Stillman y su mujer, Virginia. Quinn deberá encontrar al padre dé Stillman antes de que éste encuentre a su hijo y termine de destruirlo, una vez fuera de la cárcel. Ya avanzada la investigación, Quinn visita a Auster un escritor de carne y hueso, no un detective privado, para contarle lo sucedido. Como consecuencia de esa llamada, Quinn se verá condenado a una perdida gradual de su identidad, hasta volverse parte del paisaje. Como si lo hubiera matado un rayo. El caso, por supuesto, no se resuelve.
laberinto
(.) Hubo antes un punto y aparte .pero todo se absuelve en un pretérito inconsciente, como única matriz para el desafío.Durante la luz prominente del oráculo hemos vuelto en una nueva vida a la palabra y a la vergüenza. Decidimos, bajolas voces de la embriaguez de mayo construir, edificar con fantasmas lineales (los que respiran bajo sus egos épicos) un santuario; mausoleo de insomne juventud a la cual, se le llovió la lumbre. Elevamos murallas rebeldes, profundas, que le daban armonía a la destrucción de nuestros destinosAbríamos grietas en aquellas islas muy concretas de verdad, que perfilaban novicios ríos de un sentido (desde un sentido) (<) y desde un solo espíritu. Éramos las efemérides , los días rojos de la verdadera existencia, torres de bábeles levantándose hacia un firmamento perfecto y utópico. Las vidas perfectas. Ladrillos y razones de cloruro de garras . Pero todo el concreto se derramó en abismos. La tierra se elevó y se hundió sobre la tierra. Excremento de la nada que fue intercalando con los siglos en la belleza platónica y elocuente del mundo . Y nos vimos adentro, donde se rompe todo ciclo y había un laberinto
Muy adentro lo habíamos construidos gracias a un dédalo que destruía la nada y por ahora, la constelación y el camino. Un Dédalo con su hijo Icaro, un Dédalo inmóvil y fértil ( !?) en castidad arquitectónica, un Dédalo único: la verdadera verdad. Así, nos resbalamos ( ) Incesantes en un laberinto; Laberinto cósmico y de carne. Laberinto incólume y blasfemo, Laberinto obscuro y génesis, Laberintotúnel y muerte, Laberinto libre y tenaz, Laberinto per secula. Laberinto Laberinto.
Et aldabearán bastheia alcajormoicarcaresdis eternamente:
Laberinto
FRESCOS Y BATATAS
La noche. Las galerías de arte. Los artistas. Los anticuarios. Los museos. Los centros culturales. El champagne. La passegiatta. Las veredas hartas de gente. La gente... ¡la gente! La caravana de curiosos y coleccionistas. El cielo. Las estrellas. Los comentarios. La música. Los turistas. Los que vienen del más acá.No, no soy Roberto Giordano aunque la tentación es grande porque, a simple vista, se adivina cierto entusiasmo invernal propio de los desfiles maratónicos. Pero no. No se trata de un desfile propiamente. Movamos las cabezas. Y disfrutemos.
Gallery Night. Porteñísimo circuito de galerías de arte en la crema de los barrios: Recoleta. Los últimos viernes de cada mes hasta noviembre. Esta, la segunda edición del año, aunque ya el cuarto año consecutivo desde que se puso en marcha.
Ahí estoy. Viernes 25, circuito nocturno. Para dejar el auto, con dos monedas de un peso alcanza. Es que a las 21 se cortan los parquímetros modelo primer mundo. No es una noche demasiado fría. Y hasta hay algunos que se animan a sacarse el escote en ve o el chaleco sin mangas y quedarse en saco y corbata.
Pocas polleras, mucho trajecito de corderoy, cigarrillitos lights. Alguna que otra boina francesa, chenille al cuerpo, chales rústicos varios, zapatos de taco bajo y botas chocolate.La estridencia electrónica de las puertas de un mini ómnibus blanco que se cierran. Algunos pasajeros que miran las vidrieras desde sus ventanas, esperanzados en alcanzar a identificar algún artista moviéndose entre bambalinas. Se van. Los pasajeros remontan las aguas del Cerrito-Pellegrini para alcanzar ?el otro lado?, donde también hay galerías.
Hay que ver el modus. Entrar, salir y volver a entrar. Es una masa de gente que transita Alvear, Callao, Juncal, Arroyo, Suipacha y Esmeralda, Pero en el medio, encuentros múltiples; ahí va Rosendo Fraga acompañado de rubia remilgada cosecha 1965 con bolsa Prüne al hombro; allá Guillermo Nielsen ?que parece tener tiempo cuando el bonista alemán lo suelta- y así.
Las copas son de plástico y descartables, aunque algún galerista inadvertido ha puesto las de vidrio y la gente se las lleva debajo del tapado de piel de zorro. No faltan los que las usan de cenicero.Las veredas están casi bien. Las calles semicortadas. Los autos a veinte kilómetros por hora. Todo invita. La hora, el lugar, ese hilo bajito y compacto de música que da ganas de más. Entrar por una escalera que tiene mucho de caracol. Arriba hay música dance y unos espejitos multicolores que en los marcos traen inscripciones orientales.
Alguien me alcanza una copa de champagne. Le agradezco entre tanta gente, pensando al mismo tiempo si no sería mejor decidirme por el sereno tinto de bordes aterciopelados y, seguro, reminiscencias a roble que también se ofrece con desencanto.
Las burbujas revientan desordenadas en la superficie móvil del líquido dorado. Nubes de cigarrillos y voces que se elevan sobre el punchi punchi del Di-Yei.
Y algo de sensualidad se adivina entre las luces amarillas, las dicroicas apuntadas sin reparo hacia las telas, los pelos irreprochables de la alfombra beige. Hay desnudos a carbonilla y señoras que asienten y caminan y vuelven. Poca pregunta a la galerista. Poca venta. Mucha necesidad de juntarse, hombro contra hombro. De frotarse en las telas de los vestidos del otro, mientras se admira lo que está colgado.
En algún momento se cortan las bandejas con copas y la música se pone setentosa. Acometemos el caracol de escalera y salimos a la calle. Alguien dice que, próxima parada, Palatina. Todos emprenden la marcha. Y yo también.
No los cientos
Cientos de cigarros, miles, fumé en toda mi vida.
Y los que vendrán , serán, seguramente, producto de mi adicción a meterme cosas en el cuerpo.
Agua, alcohol, comida, fluidos femeninos, drogas, palabras envueltas en libros, revistas, diarios, oídas, visiones, televisiones, imágenes, remedios.
Mierda.
Me estan haciendo mierda.
Me están matando.
14.7.04
cicatrices
Los brazos de mamá tenían extrañas cicatrices. Papá tambien tenía en el hombro, pero era como una especie de mancha marrón. Yo, cuando niño y observaba aquellos signos, temía preguntar. Hasta que lo hice comenzando con papá y el me dijo que se había quemado. Como la mancha era marrón, pensé que se le había derramado café con leche muy caliente. Pero cuando le pregunté a mamá por primera vez a qué se debían sus cicatrices en los brazos, ella tomó un respiro hondo y se echó a llorar. Mamá siempre vestía polleras largas, jamás exponía sus piernas. Yo empecé a sospechar que mas cicatrices tendría ella. Pero su llanto me bloqueo tanto que nunca mas pregunté. Luego supe que había estado detenida desaparecida durante algunos meses en un campo de concentración clandestino. Cuando comenzé a leer sobre esa historia, esa época de su vida que también fue la época de este país, mi imaginación y mis suposiciones se volvieron certezas. Allí comprendí porqué ciertas actitudes y viviencias son causa de la vergüenza del cuerpo, y de ciertas anécdotas con sucesos vividos impronunciables, secretos.
12.7.04
f.o
Viernes 9 de julio. Día de la (inter) dependencia. ¡Aniversario!
Ok, dos mismos regalos recibí este mes. Y dos nuevas noticias. De una me enteré sorpresivamente, de un modo casual y a la salida de una noche que sería la entrada a mi cuarto de nuevo. Volver a ser un insomne triste otra vez.. Oscuro.
Obsoleto de tu propia suerte y de la mía. Pero aquí somos tres. Y tres, involucrados en el mismo agujero... No existe cabida para tres. Es un pozo de esos en los que se llega, si se logra, trepándose entre dos. Ayudándose con sus manos y con lo mas entero de su alma por avanzar y elevarse y salir de ese agujero. Pero nada mas que dos personas pueden hacerlo en ese pozo. El pozo en donde estamos hundidos todos y que de alguna manera logramos sobrevivir hasta el momento.
Vino uno de ellos, los involucrados. Los desposeídos. This is hardcore, you make me bad, you need the drama I´m playing the part. Y me lo dijo. En el otro caso, que es en el que me concierne, lo sé antes de que alguien contara con la salvedad de decírmelo, como si eso significara mucho par mi ( la salvedad). Ya lo sabía. Ok, no quiero un tiempo mas para hablar de esto. No es meritoria una cerveza mas para esta charla.
En un mes. Ok, dos nuevas causalidades. Ok. Creés que estoy mas lejos de vos.
Ok, he probado, que en estos casos ? no es el primero- no soy de los que no saben manejar una situación como ésta si antes la ha vivido. Y no es, exactamente prioritaria le cuestión de la experiencia pasada y repetida, otra vez más, sino que ¿no? han ofendido mi inteligencia. Excepto que no pude haber estado en tu cabeza todo el tiempo. Si hubiera sido esto cierto, no lo hubieras hecho.
Lo supe antes de que uno de ellos llegara al extremo tal de tener que pedirme tiempo a mi para lo que tener que escuchar. Tiempo. Si, ya lo sé. Si ya he elegido como tomar partido en esto. O como no tomarlo que para el caso suele parecer lo mismo pero es totalmente antagónico.
Ok, Voy a olvidarme del pasado por un rato. Y ver esta situación, que si no fuera por que los protagonistas de la escena son otros, tan idéntica experiencia.
Ok, lo importante es que no hay engaño alguno. No se han engañado ninguno de los dos.
Lo sabía. Eso es todo.
Pude intuir. E Intuir no es saber. Descifrar no es inteligir. No es inteligir certeramente, que la capacidad de sentir también se traslada a esta rama del árbol que soy. Y que mean los perros y el hebrio. Y vos. Y vos.
Lo sabía desde antes, Desde que escuhé la voz de alguien en el teléfono, tendiéndome redadas para verme,. El caso es que pensé, apenas lo escuchaba, en que cómo me vería después de lo que se atreve a decirme luego de días, horas y una noche. Me aseguro de que no ha notado cambio alguno de mi trato hacia él. Quien hermano del alma que es. Me ha condecorado con una repetición doble como lo acontecido en este mes. La cinta de moebius. La insensatez. Dos veces, otra vez. Pero esta vez no suceden las cosas iguales, en un mismo mes. Sino que la cosa se traslada sometida por el tiempo y cae aquí. Y Yo percibo esa señal y me anticipé y atrapé el copo de nieve. Mas allá de mi soberbia, quien a veces puede ser interpretada como malsana. Quizá tal vez lo sea, que importa. Esa capacidad con la que cuento de darme cuenta de las cosas cuando leo los ojos de alguien, de una persona (de las dos) que amo, que conozco y que necesito para acompañar el trance que es mi vida, y que resulte menos áspero. ¿Quién sino un amigo?. O cuando escucho la voz por teléfono. Me hace dar cuenta de la cosa fastidiosa. Lo sé. Lo sé antes de que me lo contaras. Lo súpe desde que la vi y hablé con ella la última vez. Pero no es por que ella me lo dijo. Mas allá de que yo navegue por otro cauce y no le haga lo mismo que me hacen a mi. Ok. Me di cuenta antes de que los dos hablaran y me lo dijeran.
De hecho, la dignidad parte de alguien que solo es uno. Y es ése uno el que me lo dice.
Yo enterado una noche antes. Una conversación antes. Ya lo sé. Eso es todo lo que necesito saber y comentarle. Lo vi en tus ojos, lo escuché en tu voz. Nada mas importa. ¿Entonces por qué maldita razón pensás que yo voy a reaccionar del modo contrario al tuyo cuando vos reaccionas con esa significación de integridad?. ¿Por qué pensas que voy a reaccionar distinto a vos, si es el mismo momento, es el mismo dolor, si a vos te ha pasado lo mismo hace poco tiempo?.¿Porqué me das explicaciones si no las quiero, no las necesito?. Esta vez es distinta, verdadera, diferente. Es la misma perdida y el artefacto, del modo en que hacemos, y manejamos las cosas. Como uno se conduce. Eso ya no me interesa . Ya no te interesa. Si se cagaron en mí, bien hecho, por ustedes. No tengo nada significante por decir. Solo rescato que quien está al lado mío en la vida y frente a mi en esta mesa de este bar, amanecidos, pretende que una cerveza mas sea el motivo por el cual tenga que quedarme para escuchar algo que tiene para decirme; por que tal motivo requiere de tiempo pronunciado para hablar, considerar, analizar y confesarse. Toda la misma porquería.
Si lo sé antes, no es necesario que me lo digas. No necesito explicaciones. No te las he pedido.
Las explicaciones son un error bien vestido.
Y Ella es hoy el maniquí que tiendo en la cornisa de mi vida cuando despierto, ando por la vida con ojos ciegos de lealtad a mi mismo. El payaso del Domingo. Un vestido o una chica de segunda mano. ¨And cry behind the door¨. El payaso del domingo, por el que nadie llorará, ese soy yo. Porque la niña llorará detrás de la puerta, si. Esas lagrimas que riegan su propia tierra por sobre su tumba. Esas lagrimas de pis que mean mi árbol, florido a veces en cortas estaciones. ¿Tan solo una semana en el mar por hacerme bien?. El payaso del Domingo, el mismo payaso de este Viernes. El payaso que soy; una mortaja oscurecida. Ella y su vestido. ¿Cuál de los dos es de segunda mano?. ¨Please put down your hands cause I see you¨.
Una novedad de harapos, un traje, mi pulóver en vos. Somos los de saco. Un traje confeccionado a la medida justa para el entierro. Idóneo por quien se sienta y llora por todas las fiestas de mañana.
Y ella se ofende por que le recomiendo un libro de un pensador que habla del genio de la especie. Y le ofende que hable mal de las reacciones, métodos y naturalezas humanas que pululan cerca del misterio que es uno, que es la misma compañía, la amistad que uno comparte, la relación de amor que une, mas allá de la separación. Y justo es ella quien sigue las mismas reglas que dice despreciar.
Si te sigo amando no tengo ganas de estar con nadie, ni por consuelo ni por tratar de olvidarte. No por la urgencia de descarga de sexo, ni por cagarme en vos, estúpida idiota condecorada en mi retrato de indulgencias.
¿Se encargará el tiempo de esto?.
¿Se encargará el tiempo de llevarse esto?.
¿Se cargará con la pesadilla hecha costumbre?.
Otra vez la novedad.
Ok, no me lo digas. ¿Para qué?. Si lo supe antes. Es destacable tu reacción, ¿sabes?.
Pensas que para mi vale la pena quedarme por una botella mas de cerveza para conversar de esto. Para oír lo que ya sé que vas a decirme. Para oír lo que ya sé que sucedió.
Yo no necesito conversar de esto. Si tu urgencia o necesidad es decírmelo, ok, te escucho. Yo no tengo nada que decir. Esto fué y es, o quizá no, pero esto es lo que pasó y lo que sé, leyéndolo en tus ojos, y en oírte en cómo tratabas de verme con el prejucio de que reaccionaria contrariamente que vos en la misma y exacta situación.
¿Por qué diablos no estoy en mi mente ahora?
Pero mi cerebro complota en contra mía. Y se trepa por la escalera andante hacia el techo que veo cada vez, cada amanecer cuando me acuesto en la cama tratando de conciliar el sueño, de reconciliarme con el sueño perdido. Esa es la única búsqueda de reconciliación, mi sueño. No existe otra. Nada mas después de esto. Y es mi cerebro el que se conjuga con la suerte de pensar y escribir harto y demasiado. Por eso apesta. Apesta el colatazo que me dan. Apesta el vino barato y caliente que endulza el ambiente.
Apesta esta cerveza que amarga el ambiente.
Fuck off sus cuerpos. Yo solo puedo coger mentes. Y no hago el amor con nadie ni tuve sexo, por ser incapaz de no ser yo, de no valerme ni dejarme de sostenerme por mis propios principios.
Ok. La culpa no es mía esta vez. En este caso se cuantifica. No se califica. En este caso yo no tengo la culpa. Y si ésta viene de otro lado, viene hacia mí. En este caso, si hay culpa, cargá con eso toda vez que me veas. Y si no hay culpa, no deberías haberme invitado a que me siente a tu mesa.
Ok, la necesidad de una vida sexual activa. Andate a la mierda.
¿Querés consuelo?, ¿Querés hambre, hombres?. Querés mandarme a cagar con lo más valioso que tengo en carne propia y que está en otro cuerpo?. Ok, haz tu trabajo. Yo hago el mío que es no dejar de ser yo ni abandonar mis principios.
¿Sabes esto?.
Principios.
¿Lo consideraste alguna vez?.
Yo no cojo ni una vez con la chica a quien amas.
Exactamente eso.
Yo no violaría tu sentimiento nunca jamás, actuando como quien debe justificar de algún modo sus actos, ni que temer por las reacciones que pueden acontecer y sucederán, implacablemente.
Yo no violaría tus sentimientos nunca jamás.
No me acostaría con la persona que amas. Yo sé muy bien lo que significa para vos.
Ahora tengo una náusea nueva. Otra más que se agrega, como si no tuviera demasiado ya. Ganas de vomitar, de verás. Desde mi estómago. Pero vomito otra vez palabras que son solo mias, que yo solo puedo entender de un modo completo, claro y transparente. Así es como soy ¿Verdad?. Como no puedo llorar, no puedo dormir. Como no puedo vomitar en el inodoro, o en el piso que miro siempre (mi mirada baja constantemente hacia el piso); o al árbol al que mean o rayan o amputan sus ramas o le arrancan sus frutos como una rebanada de fiambre en un mercado barato de segunda clase.
No, vomitando escribo.
Lo comprendés bien.
¿Podés ser capaz de entender que no es cuestión de valor ni ética ni de moralidad lo que aquí cuenta?. Antes de eso existe un principio.
Principios.
Principios que generan todo lo que viene después.
¿Podrán entenderlo?
Son tan capaces de aumentar mis ánimos como de despojarme de las energías. Son tan capaces de hacer todo lo posible por alegrarme y denigrarme.
Al diablo quien juegue con mis cartas.
Yo firmo en la pizarra mi día de ausencia. Y los demás días que quedan por delante.
Falsos o verdaderos. Inauditos. No hay sentido ni culpa que sirvan para que carguen por callar y aprovechar un momento para poder decirlo. No tienen porque decirlo. No tienen porque ocultarlo tampoco. Hagan de su culo un mundo. Hagan lo que quieran conmigo. Total, ya lo han hecho sobre mi existencia total.
Total...
No pude decir mi secreto durante años. Y en apenas días, encendí el ventilador y las oraciones salieron solas hacia quien elegí confiarle mi secreto. Nadie mas sabe lo que eso significa para mi.
Entones... ¿Porqué decirme algo que ya sé?. Algo que me quiebra el alma y creen estar comiendo de ella como si han partido un pan para compartir. No soy ingenuo. Yo he vivido. He pasado por eso y por muchas cosas más. Tal parece ser que nada de esto ha contado para lo que después cuenta. Nada de esto han tenido en cuenta. Nadie hace las cuentas aquí. Pero las cosas se suman, se dividen, se multiplican y se restan.
Si, se restan.
El estimómetro.
En el estimómetro.
Yo decido a quien le pertenezco. Y hoy no tengo mas que a mí mismo para contemplar con mesura a la especie que se va pervirtiendo al punto de llegar a saber y ver en los ojos de quien no te miente la verdad antes de que te la digan.
Y el genio de la especie prevalece, aunque no te guste ni lo aceptes. Aunque vos no estés de acuerdo y hayas roto tus propias reglas.
¡Come on!
Yo tengo un traslado de vivencias que pueden nunca ser comparados con las de nadie. Cada uno vivió, disfrutó y padeció a su modo la cuota de vida que tuvo que dar en cada segundo. O que le quitaron. No es comparable. Solo la nada es comparable. Y la nada es simplemente eso, la nada, la ausencia de todo, el vacío, así, el vacío completo de nada.
Nada se compara.
Pero yo no me convierto en el deportista del afecto cuando algo me hace mal. Yo me convierto en el niño del jueves. En el payaso del Domingo. ¿Y la emoción?. ¿Dónde está tu puta consideración por mí?. ¿Dónde está tu puta consideración hacia mí?. ¿Dónde están sus putas consideraciones?.
No voy a cambiar por eso. Ni voy a cambiar mi sentimiento hacia vos, ni hacia vos. Pero algo, entre los tres, seguro ha cambiado, Y ya no será lo mismo. Esta vez no fui yo quien hizo el bautismo o la conjura, o el vicio subalterno de no flaquear ante los fantasmas.
Y yo no seré lo mismo ni ustedes lo serán.
La próxima vez que nos encontremos. La próxima vez que los encuentre a mi lado.
¨ Sé que estás hecha de miel. Sé que sos un tipo muy dulce¨.
Sé que estoy hecho de miel. Sé que soy un tipo muy dulce.
Pero si se lo decís a una señorita que te gusta, ella puede tomarte por un completo idiota. Y sabés bien que le estas diciendo la verdad más grande de todas tus verdades. Y esa señorita no entiende o no quiere entender. Cree que es otro intento por ganarla. El aventón a mitad de camino, sobre un costado de la ruta hacia ninguna parte.
Y vos...
Debes comprarte un vestido de seda, de segunda mano. Harápos, tu traje.
¨ Sins... trace the costumes she shall wear¨.
Debes comprarte.
Debes comportarte.
Y estar vivos es el precio de algo. Y vos querés pagar nada.
Debes ser absorbida, carcomida por un paladar gigante repleto de bosta, que consuma hasta tu propio cuerpo. Y que te empujen con el látigo en la oscuridad, pateando tu cabeza con las botas de cuero brillantes, brillantes sobre el microphone.
¨ Comes in bells your servant don´t forsake him¨.
No es ningún accidente poder mirar a veces a los ojos, y darme cuenta de una verdad inexorable, más allá del espacio y tiempo que haya sucedido. Es una verdad, por que es un hecho. Y como tal, es irrefutable. Algo que pasó o pasa. Que importa ahora. Solo veo a los ojos de las personas frecuentemente, y logro adivinar ciertas cosas mas que importantes. En sus ojos, en sus miradas reside lo mas importante para mi.
Everybody hurts.
Everybody knows what is cursed.
People don´t know that I love you more than me.
La indagación de quien me invitará a la próxima fiesta de mañana.
Idóneo, si. Por quien se sienta y llora.
La indignación no juega conmigo al ver quien me lo dice.
8.7.04
uh ah, give me another gift
Dos veces. Dos recitales distintos. Dos lugares diferentes. Dos mujeres que jamás había visto en mi vida. No sé si tengo aspecto de ese tipo, de contener esa enfermedad o característica. Pero las dos me han regalado cocaína. ¿No tienen otra cosa para ofrecerme?. ¿Al menos un trago, un porro, un fuckin volante, unos minutos de conversación?. Nah. ¿Por qué diablos me regalan cocaína?. A mi.
Me pregunto por que lo hacen. Una de ellas me explicó: Debía darme algo a cambio del disco que le regalé, después de haberme insistido en que lo haga. Me dice que tiene muchas ganas de escucharnos. La otra, sencillamente se acercó a mí con una botella de agua mineral. Martes en El Dorado. Extranjeros por doquier. La chica no dijo una palabra, me tomó la mano y me ayudo a cerrarla. Una pequeña bolsa de nylon cerrada con cinta adhesiva. Me sonrió y volvió con sus amigos a bailar ¿música? que un dj pasaba, reproducía, pero no tocaba. Era tan sencillo. Variando pistas, solo subía y bajaba esos canales y la gente se agitaba, volviéndose loca. Incomprensible sigue siendo para mi este tipo de fenómeno ciego.
En menos de un mes, me regalan dos veces cocaína. La primera vez supe que hacer con tal regalo. Pero hoy es madrugada del miércoles. Ya es jueves y pienso en el regalo del martes. Y se viene a mi mente la pregunta de que hará la chica, ¿se convertirá en el payaso del domingo?. Idóneo para quien se sienta y llora por todas las fiestas del mañana.
Cuando decidí irme me encuentro en la puerta con Federico, un ser especial. Hablamos, intercambiamos cierta información. Supongo que yo estoy mas sorprendido que él al escucharnos. Me cuenta de su nueva relación, algo totalmente novedoso, impensado para mí, toda una sorpresa. Luego cambia de tema y me dice que estoy loco. Ok, eso no es ninguna novedad, man. Pero está bien. Al menos suelo confiar en la bondad de los desconocidos, y en su sinceridad mas que nada, por supuesto.
Todavía no sé que hacer con el último regalo. Guardado está esperando su extinción. Quizá la regale a quien disfrute mas con ella. No es una droga potable para este pentagrama, mi cuerpo. Y menos aún en estos últimos tiempos, donde no existe iniciativa ni ganas de drogarme. Ni ganas.
Si estoy sobrellevando varias enfermedades a la vez que arrastra a mi mente hacia un escondite hostil. Si estoy sobrellevando este insomnio que pasó la barrera de las tres semanas. Tres semanas consecutivas de no poder dormirme antes de las ocho de la mañana. Antidepresivos y calmantes. Pastillas para dormir. No puedo drogarme con esta porquería que, quizá, en otra situación estaría bien hacerlo. Y para ese caso no sería porquería sino un aditamento mas en mi sistema nervioso. Que quizá en otro cuerpo le venga mejor que a mi. Si llego a consumir el último regalo que me han dado, de seguro que aumentarán las horas de insomnio. ¿ O acaso no es así como funciona?. Si en este estado llego a consumir, no dormiré. Si a diario tomo pastillas para calmarme y relajarme y otra para lograr dormir, al menos eso dice el prospecto y mi psiquiatra, y le agrego esta cosa, sería un contrapeso difícil de sobrellevar. Mi cabeza giraría en tiempo muerto o a otra distancia. Si tomo calmantes es por que los necesito. Si tomo cocaína, obstruye la función de los medicamentos, de calmantes y me tensiono mas. Mas rígido mi cuerpo, mas rígida mi cabeza, mas rígido el pensamiento envolviendo todo en un mismo cuarto. Una mente amenazada de despertar un día y que explote en mil pedazos que se esparcen sobre las cucarachas de la cocina. No estaría nada mal, ahora que lo pienso. Tirar un poco de eso en cada rincón de la mesada. Quizá eso las mate. Quizá queden tan duras que pueda verla alguien mañana al despertar, así se hará más fácil el puñetazo final.
7.7.04
Caído del suelo, el retrato yace entre un costado del sillón individual y el escritorio. Repleto de escritos inconclusos y vasos vacíos que ayer contenían whisky.
No sería tan atrevido si no pudiera conjeturar nada acerca de la caída de los ídolos. Si ésta era está repleta de imágenes e información manipulada, los niños que nacen con un valor agregado. ¿Será medico o abogado?.
Hoy dormí como un angelito, sin fuerzas en mi cuerpo sosteniéndome por encima de la cama. Television encendida toda la noche y el estómago lleno de delicias. No tengo mas deseos que alargar mis tiempos fértiles. Es solo un juego que me arriesgo con ductilidad. Las sombras hoy calmaron tanto calor. La ciudad envidia a los turistas
6.7.04
Kurtz
UNO Por un lado están los actores que son devorados por sus personajes (Alec Guinness o el joven Robert De Niro, por ejemplo) y por otro están los personajes que son devorados por quienes los actúan (Peter O?Toole o Robert Mitchum serían de los más famélicos en este sentido). Marlon Brando es un caso aparte: Brando es sus personajes porque los personajes ?capomafia, viudo atribulado, semental en camiseta? acaban, invariablemente, siendo Brando. Y es que en Brando los límites se diluyen, las fronteras se borran, y nunca ha sido esto más evidente que a la hora de crear a la sombra terrible y definitiva del coronel Walter Kurtz en Apocalypse Now. En el film dirigido por Francis Ford Coppola, Brando ofreció lo que puede considerarse su incontestable última gran actuación y ?como en todas sus otras grandes actuaciones? aquí no se trata de formularse el terreno y hamletiano interrogante de ser o no ser sino de responderse con una tercera y más inquietante y paradójicamente divina opción: desaparecer.
DOS En su indispensable Biographical Dictionary of Film, el inglés David Thomson apunta algo muy interesante cuando escribe que ?Brando siempre pareció más poseído por su propia potencia que en control de ella?. Es verdad. De ahí, tal vez, lo que muchas veces se definió como puro instinto cuando las cosas salían bien o imperdonable pereza cuando las cosas salían muy pero muy mal, y aun así... En cualquier caso, a la hora de Kurtz, Brando acaba con todo diagnóstico y hace y se sale con la suya. El único precedente para semejante hazaña es el que protagonizó Orson Welles ?otro ángel caído del paraíso hollywoodense, otra voz inconfundible? en El tercer hombre: Kurtz ?al igual que Harry Lime? es casi un fantasma a lo largo de casi toda la película, pero aún así contamina con su leyenda hasta el último fotograma. Brando ?como Welles en todos esos papelitos que aceptó por cuestiones alimentarias? es un virus para el que nunca se descubrió o se descubrirá vacuna. Uno y otro siempre acababan actuando no de sí mismos, pero sí de personajes que eran ellos. No importaba que se llamaran Jor-El, padre de Superman, o el padre Mapple, en las orillas de Moby Dick. Kurtz es la sublimación de este síntoma. Kurtz es casi una autobiografía alternativa de Brando. Un hijo dilecto del Pentágono entrenado para grandes cosas y ascender a lo más alto y que, un día, patea el tablero y desaparece y adopta un nuevo juego de reglas ?las suyas? y desaparece en las tinieblas de su corazón para ser adorado por un puñado de salvajes que lo consideran un nuevo mesías. Así, Kurtz es alguien peligroso porque ?con sus alucinadas diatribas radiales de caracoles deslizándose por navajas de afeitar y sus alucinantes incursiones sin pedirle permiso a nadie? se convierte en un peligro para el sistema y en una mancha en el uniforme del ejército más poderoso del mundo ya listo para ser derrotado. Suplantar el Pentágono por la industria cinematográfica y a ese oficial por este actor y se obtendrá a Marlon Kurtz o a Walter Brando. Alguien al que el capitán Willard ?verdugo encandilado por su oscuridad y su latido? define como ?el hombre más quebrado y hecho pedazos que jamás he conocido?, y alguien que, ya lejos del Actor?s Studio, en la feliz jungla de su descontento, actúa ?sin método alguno?.
TRES Y se sabe casi todo sobre el rodaje de Apocalypse Now. Abundan los libros, los documentales y miles de anécdotas: los largos años de filmación, la locura megalómana de Coppola; el ataque cardíaco de Martin Sheen; se conoce incluso cuál era la idea original del director para el reparto (Steve McQueen como Willard, Gene Hackman como Kilgore y Jack Nicholson como Kurtz); y, sí, se saben muchas cosas de Brando y de su Kurtz. Se sabe que llegó mucho más gordo de lo que se esperaba, que ni siquiera había pasado de la primera página de El corazón de las tinieblas ?la nouvelle de Joseph Conrad inspiradora de todo el asunto? y que exigió (y fue obedecido) que el nombre de Kurtz fuera cambiado por el de Leighley. De hecho ?lo cuenta el compaginador Walter Murch en el libro de conversaciones con Michael Ondaatje? se filmaron muchas escenas donde todos hablan acerca de Leighley y, cuando Brando cambió de opinión y decidiera volver a Kurtz, hubo que regrabar los diálogos. Pero si se mira con cuidado, se nota: los labios de Harrison Ford dicen ?Leighley?, pero en la voz que sale de ellos suena ?Kurtz?. Después ?es leyenda? Brando por fin leyó El corazón de las tinieblas y se rapó la cabeza sin consultárselo a nadie y surgió de las profundidades de la casa flotante que le habían acondicionado diciendo: ?Ahora todo está perfectamente claro para mí?.
CUATRO Y para mí también. Cada cual atiende su Brando y el mío es Kurtz. Fue mi primer Brando ?no había llegado a tiempo a El Padrino y a El último tango en París; en 1979 todavía no reinaba ese milenarista y doméstico negocio de la nostalgia representado por las siglas VHS o DVD? y Apocalypse Now fue la primera película prohibida para 18 años a la que pude colarme. Tenía 16 y tuve suerte: otros, por entonces, debutaban con Isabel Sarli. La vi por primera vez en un cine de pantalla gigante y todavía recuerdo la emoción que me produjo la certeza de al fin estar gozando de una flamante obra maestra durante su estreno y no en una cinemateca. El otro día ?luego de saber de la muerte de Brando? volví a ver la muerte de Kurtz. La versión Redux del 2001. En casa y con las persianas bajas y el ventilador encendido. La película ha envejecido mucho mejor que todos nosotros; resulta inevitable compaginarla con las guerras del presente (Bin Laden, otro hijo adoptado por el Imperio, ha acabado siendo el más mortal de los huérfanos); y al revisitarla es imposible no pensar en que si el sueño de la razón produce monstruos, entonces vaya uno a saber qué producirá el sueño de los monstruos. En cualquier caso, ahí estaba y está y seguirá Brando. Cuando terminé de ver la película, puse un noticiero y apareció el general Colin Powell, disfrazado de Village People, cantando una versión castrense de YMCA y contoneándose como una triste conejita de Playboy mientras ?explicaba el locutor? ?difundía el mensaje de Estados Unidos a un auditorio?. Kurtz y Brando ??¡El Horror! ¡El Horror!?? hubieran dado la apocalíptica orden de arrojar la bomba, de exterminarlos a todos. Ahora
Ocean
Si no has vivido nunca una escena inolvidable como estar frente al mar, y perderse en esa vista eterna e infinita de olas danzates. Siempre el mismo recorrido. Hasta la orilla, hasta la orilla. Se precipitan como cansadas, luego, tal vez, de un largo viaje. Pero las olas de la costa, de cualqueir costa de cualquier playa del mundo, solo son los retazos mas residuales de olas poderosas y mortales que quitan el sueño a mas de un marinero rondando en altamar.
Las olas que vemos desde nuestras orillas continentales nada tienen que ver con el fastuoso poder de los mares poderosos, siete metros, y mas hay guerreando contra barcos mercantes, pesqueros, asesinos, militares. El mar es una inmensa olla pesada donde el hombre, si bien lo ha explorado y guarda en su historia información posible para habitarlo momentáneamente, se cobrará quizá mañana, quiza en años, la falta total de justicia frente a él y devorará pausadamente, como en una perfecta muerte lenta. El trozo de tierra que nos queda, y así habrá castigo para el animal mas depredador y la unica especie viva que destruye su propio habitat.
Lunes.
13.pm
En este esta cuarto donde estamos; yo soy del mismo color de las paredes de este cuarto donde estábamos. Donde estuvimos.
Y a una sola persona le importa. Es esa sola persona. Un nuevo rostro y un nuevo maniquí.
Claro, a mi no me importaba cuando veinte veces me odiabas. Y hoy estoy frenéticamente odiándote por ser lo que sos, no como sos. Y Ella odia que por primera vez la odie. Tan solo una vez y es ahora. Tal vez hubiera sido mejor, aunque una vez en nuestra vida, haberle mentido. Sería al menos mas hombre ¿no?. Pero un nene no miente. Es la frase con la que ayer me acosté. Una señora, diciéndolo en la pantalla. Pero ayer estaba triste. Hoy estoy azul, como el color de este cuarto. No como el del que dormí.
Quería estar despierto. Tengo seis miligramos de alplazolam. La marca no és. Se trata de la droga que contiene. Hay muchos nombres de esta droga que venden los laboratorios químicos.
La ciencia me dice que ayuda a dormir. Millones de personas las consumen. Tu abuelita o tu mamá. Una amiga. El kiosquero. El comisario de la veintiséis. Aquella señora paqueta que camina por Santa Fé a comprarte algún regalo. La gente necesita píldoras para dormir.
Dos miligramos de clonazepam que ahora es rivotril. Pero pudo haber sido...no sé... clonagín. Dos miligramos de Rifisteridona. Contiene morfina. ¿Remember Vietnam?. Dos de diazepam.
Y a vos que te encantan los números mas que escucharme cuando al menos tengo algo que decir cuando pocas veces puedo ozo con dar con la palabra sonora para el convite. ¿Ya contaste?. Entonces elijo hablar con alquien y esta vez, por favor no, no de mi cerebro. Entonces intento hablarte y vos viniste a hacer tus cositas.
No, llevate la maldita lámpara me dice el cerebro. Por que si no tengo con quien hablar cuando quiero hablarte. Es mi cerebro lo que no quería que esté. Y él me dice eso. Y yo solo le quito palabras poco afables y solo te digo, llevate la lámpara. Que puedo haber sido, ok, yo te he roto la lámpara, dije que cuando le compraria la maldita pantalla, también te la quedarías. Si es algo tuyo. Y ese algo tiene algo que lo era, que ya no está mas porque lo rompí. Pues bien, aquí tienes tu lámpara en perfecto estado. Era tuya, a modo de reemplazo por que uno es responsable de sus propios actos.
Llevate la lámpara que pudo haber sido también, si y toda tu maldita pantalla. Ok, yo también sabías que vos sabías. ¿O acaso pensaste que iba a resultarme fácil?. ¿O acaso sabías que para mi, no te resultaría fácil?. O acaso ¿Vos te enteraste que yo iba a sorprenderme tanto por el dolor de no importarte mas. Acaso si una persona le dice a otra que la escuche es por que necesita que la escuche. Entonces a mí me pide que le cuente cosas, quejándose de que nunca le cuento nada. Y tengo que ir a la PC para hablar conmigo mismo. No quiere escuharme y se va del peor modo.
- No podes pensar un poco mas al fondo... no llegas hasta ahí.
- No llegas a ninguna parte.
Simplemente que no existen momentos perfectos.
Simplemente que trataste de convencerme de que la gente jamás se entenderá. Y supiste convencerme.
¿Y ahora que valor significa eso para vos si comportándote así, haces que todo huela a pólvora. Y que la bomba se lance por un espacio azul. El color de nuestro cuarto que ya no es. Ahora es mío. Y como soy yo quien no importa. Este cuarto queda vacío. Es de nadie ya.
- Vuelvo a las dos (porque no puedo soportar este momento) (No tengo sentimientos) (Solo para mi).
Yo quiero creer en otra cosa y estar pendiendo de en hilo.
Y en realidad es una cuerda envolviendo mi estómago. Una cuerda que hace colgar mi cuerpo a escasos metros de un río de cauce tranquilo. Y en ese río que veo, veo aparecer un cocodrilo tratando de atraparme con su boca expandiéndose por encima de mis pies.
Nunca estuviste en mi calzado.
Debió haber estado muy perdidamente enamorado de Tess.
Así era como él la llamaba. Claro que nunca se enteró que la llamaba con un nombre que tanto significaba para él.
Ella jamás nunca lo supuso. ¿Tal vez, para que?.
2.7.04
Hitler en la URSS
Por Jack Fuchs
Hacía ya un año y medio que mi familia y yo estábamos encerrados en el gueto de Lodz cuando en junio de 1941 Hitler invadió la Unión Soviética. La guerra es también una ingeniería estratégica. Los rivales, como en un ajedrez funesto, miden sus fuerzas, se estudian mutuamente, están al acecho, quieren comprender los movimientos y las jugadas del otro. Ya antes de invadir Polonia Hitler había pactado con la Unión Soviética, pensaba que Francia e Inglaterra no iban a entrar en guerra con Alemania sin un acuerdo con la URSS. Stalin era una pieza clave. El viejo bolchevique de Georgia funcionaba en la partida como la torre de Oriente. Desde agosto del ?39, y a partir de la firma del pacto Hitler-Stalin, Alemania y la Unión Soviética profundizan lazos de intercambio comercial y tecnológico; ya antes de la guerra, durante los años ?36 y ?37, habían establecido muchos acuerdos económicos de ayuda mutua, pero ahora se intensificaban y, a su vez, crecía la compra y venta de armas y material de guerra entre ambos países. En ese año y medio, Alemania había conquistado la mitad de Polonia, Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Dinamarca y Noruega; asimismo, había arreciado en sus ataques aéreos para conquistar Inglaterra.
Durante ese período la URSS hizo todo lo necesario y posible para no entrar en conflicto con Alemania. Mucho antes de que se produjera la invasión nazi a Rusia, los países occidentales estaban al tanto de los planes de Hitler. Los espías aliados y los espías soviéticos conocían muy bien los movimientos de tropas y de la máquina de guerra alemana que se aproximaba a la frontera con la URSS. El propio Stalin quiso ignorar la información que le llegaba con toda evidencia, rechazó los informes de sus propios generales y hasta último momento creyó imposible que Hitler fuera a invadir. Muy pocas semanas antes de la invasión los barcos soviéticos todavía seguían transportando materias primas y pertrechos que poco más tarde serían útiles a la invasión. El absurdo, el engaño, el sinsentido y la credulidad también forman parte del desgarramiento humano de la guerra. Los aviones nazis fotografiaban el territorio soviético para diseñar la invasión, Stalin lo sabía pero no quiso ni pudo creer que se acercaba un episodio, quizás el más sangriento de toda la guerra, que dejaría millones de muertos en el teatro de los hechos, y ordenó no disparar contra la aviación alemana.
¿Cómo medir la actitud de Stalin? ¿Ingenuidad? ¿Soberbia? ¿Torpeza? ¿Deliberada astucia? Como sea, en cualquiera de sus versiones, cualquiera sea la explicación que busquemos, es imposible dejar de ver, en los movimientos de acuerdo y desacuerdo, de merodeo, de comprensión o incomprensión del enemigo, los rasgos definitivos de la locura, rizada hasta el extremo y ocupando, entre los líderes y señores de la guerra, todo el campo de la historia, poniendo en compromiso la existencia misma de las naciones y de los hombres que las integran. Stalin creyó que Hitler no podía ser tan estúpido como para invadir la URSS, Hitler no valoró suficientemente la capacidad de resistencia soviética, no evaluó que los rusos pelearían hasta el final. En medio de los errores, en medio de la sórdida embriaguez que oscurece la inteligencia lógica de los jefes, corre sangre, siempre corre sangre, los acuerdos se desintegran de un momento a otro, se desmorona todo edificio racional, se pierde el pudor, la prudencia y la orgía de muerte se abre paso contra toda esperanza.
Recién cuando las tropas alemanas comenzaron a entrar en territorio soviético Stalin ordenó resistir la ofensiva. La historia es conocida. Primero Stalin no quiso entrar en guerra con Alemania, esperó hasta último momento, y cuando ya era inocultable la agresión alemana, entonces sí dio paso a la confrontación. Lo cierto es que muy pocas personas, poquísimas, como sigue aún sucediendo, en el contexto de la guerra, deciden el destino de millones de hombres. En el conflicto entre Alemania y la URSS murieron cerca de dos millones de personas por año, casi sesenta mil por día.
Hitler no quería tanto la conquista de la URSS, se proponía una tarea más delirante: terminar con todo, con el pueblo ruso y las ciudades, llegó a declarar que convertiría a Moscú en un gran lago, se trataba de aniquilar a los rusos. El agresor luchaba con tanta ferocidad, con tanta convicción, como el defensor por la suya, con la misma ferocidad y el mismo ardor guerrero. Fuera de la guerra cuando un hombre mata a otro, los jueces llaman a un psiquiatra, piden pruebas del estado mental del asesino; durante la guerra, cuando los líderes ordenan la muerte de millones, a nadie se le ocurre comprobar si ellos están en su sano juicio. La muerte, el terror y el desamparo no fueron ninguna sorpresa, desde hacía años el mundo sabía que los países involucrados después en la guerra se estaban preparando con nuevas tecnologías bélicas y con mayor producción de armas. En el gueto, era poca la información que recibíamos. Hasta el ?44, cuando pudimos escuchar en secreto la BBC de Londres, casi no sabíamos nada acerca de la situación en la URSS. Tampoco en la URSS, esto lo supe después, se conoció nada acerca del exterminio judío. La prensa soviética no había informado sobre las atrocidades nazis hasta el momento de desatarse el conflicto. Todos jugaban su partida. El conflicto entre URSS y Alemania fue el comienzo de las mayores matanzas civiles, los primeros experimentos que se hicieron en Auschwitz fueron hechos con prisioneros rusos, los prisioneros franceses o ingleses jamás fueron tratados de ese modo; quizá haya sido un error que Occidente no se aliara desde el principio con la URSS. Pero todos jugaban sus fichas y el ajedrez ya estaba en marcha.
Si me veo en el espejo y pienso: Hombre, mírate tan solo una vez como un hombre invencible y fuerte; y me siento poderoso por un rato. Tan solo por ese momento creo que soy un noble asno.
Si sé convencido que mi poder reside en mi cabeza y en nada mas. Soy un rey fracasado, incapaz e impotente de poder dominar su propio imperio.
La mente como imperio, es todo lo que reina para mí.
1.7.04
Desearía tocarte hoy. Enterrado en un mar de agua enferma de azul
No hay chances, si eso es lo que buscas
Por favor, quedate quieta y trata de recordar lo que no has vivido nunca